lunes, 16 de agosto de 2010

El principio de mi historia

 Si soy un faro!, hace muchos muchos años fui un templo consagrado a Baal Hammon, identificado más tarde por los romanos como un templo consagrado a Saturno, en 1882 por fin me hicieron la última reforma y me quede con mi aspecto habitual un faro, pensareis que los faros no vemos mas allá del hermoso mar pero estáis muy equivocados mi gran ojo, llega hasta el interior y más de lo que podáis imaginar, desde hace muchísimo tiempo estoy observando la vida de la gente y conozco historias inmejorables, historias tristes, historias alegres historias valientes, todas ellas de grandes personas, eso es lo que os quiero contar las historias de personas anónimas que son grandes personas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario